El Nacimiento cubrirá 240 de los 675 metros cuadrados con los que cuenta la planta baja del Museo del Belén. Sólo la longitud de embocadura es de 18 metros. No es de extrañar, por tanto, que hayan hecho falta más de seis meses para que el proyecto pueda ver finalmente la luz. "No ha sido un camino de rosas, se han necesitado más de cuarenta personas para dar vida a este belén. El día del estreno muchos respirarán aliviados, porque me consta que en algunos casos, la absoluta dedicación ha afectado a la salud, por las posiciones en que hemos tenido que trabajar, siempre agachados y encorvados", expresó el director de las escenas.

 

 


El Nacimiento está diseñado como un espectáculo de "audiovisión", que repasará seis escenas construidas en continuidad en el museo de la calle Circo, desde la anunciación del ángel a María hasta la huida de la sagrada familia hacia Egipto. Las figuras han sido modeladas en una talla entre 32 y 35 centímetros de longitud en terracota policromada. Para tallar los más de cien personajes que componen el escenario, han contado con la ayuda, por ejemplo, del artista jerezano Pedro Ramírez Pazos, que ha diseñado el conjunto escultórico de dos escenas. Mientras los visitantes disfrutan de la representación del misterio, el ambiente estará adornado por una banda sonora que se ha grabado especialmente para la ocasión, que entre texto y música ilustrarán los distintos momentos a observar.

La idea ha supuesto tal avance para el mundo belenista que ha sido la primera vez que se ha implantado un sistema de iluminación a través de lámparas led, lo que ha supuesto una gran investigación y búsqueda por parte de los colaboradores de la Asociación de Belenistas.

Antonio Real inició su discurso dirigiéndose a sus dos compañeros ponentes para decir "simplemente, objetivo conseguido". Sólo tuvo palabras de reconocimiento para el colectivo que "se ha desvivido durante estos meses para tener este sitio tan emblemático en la ciudad". El delegado de Cultura, Turismo y Fiestas adelantó que esperan que este proyecto sea "una pieza en el componente turístico de la ciudad durante todo el año", mostrando así la intención de mantener el museo abierto no sólo en época navideña.

El belén se podrá visitar, tras el abono de un donativo fijado como participación "pro-museo", hasta el próximo dos de febrero en un horario de 11 a 14 horas por la mañana y 18 a 21 horas por la tarde. Tan sólo permanecerá cerrado las tardes del 24 y 31 de diciembre y las mañanas del 1 y 6 de enero del próximo año.

 

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